Turmalina negra

Es la piedra que más absorbe las energías negativas. Es conveniente llevarla sobre todo las personas muy receptivas y sensibles. Pero está recomendada para todas las personas, ya que no permite que ninguna energía o vibración negativa entre en nosotros, incluso nos limpia a nosotros mismos. 

  

Es muy importante llevarla siempre en la parte izquierda del cuerpo, NUNCA en la parte derecha. La Turmalina negra es considerada altamente protectora, especialmente en entornos "cargados" y difíciles. Protege de las radiaciones de los teléfonos móviles y la bruma electromagnética, la radiación , el ataque psíquico , los encantamientos y malas voluntades y contra todas energías negativas de todo tipo.  

  

Es una piedra magnífica, poderosa, evolucionada, versátil e incapaz de dañar a quien la use. Devuelve la capacidad de ver la realidad y la verdadera cara de las personas. Preserva lo que comúnmente se denomina «mal de ojo». Es una piedra protectora contra los daños que se pueda inferir uno mismo. Neutraliza las energías positivas a nivel físico, mental y emocional.  

  

LIMPIEZA DE LA TURMALINA 

  

a) Sumergirlos en un recipiente con agua salada -sal gorda o agua de mar- durante un día entero como mínimo. 

b) Sujetarlos bajo un chorro de agua fría durante al menos un minuto. Los frotaremos con las manos hasta que estén totalmente limpios, al tiempo que visualizamos que la carga negativa se va con el chorro del agua. 

c) Ahumarlos con el humo de un sahumerio o incienso de preferencia podríamos usar el de aroma de sándalo. 

d) Situarlos directamente bajo la luz solar desde el medio de preferencia un martes hasta la media tarde de ese día. 

e) Enterrarlos en el suelo durante al menos siete días. También se pueden enterrar en un tiesto sin plantas, para que éstas plantas no puedan absolver las energías negativas que despedirán estos cuarzos y no penetren a las plantas negativamente. 

f) Colocarlos durante la noche de luna llena en un vaso de cristal en una ventana -o en el exterior-, y dejarlos toda la noche ahí, hasta las doce del mediodía, dejando así que cojan la luz lunar y la luz solar. 

g) Colocándolos entre hierbas trituradas, siendo las más usuales las de romero, boldo, albahaca, y eucalipto.