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12 tipos de té y sus propiedades para la salud

Los distintos tipos de esta bebida china sirven para bajar de peso, permanecer despiertos y combatir el envejecimiento, entre otras maravillas:


Té amarillo: cuando se recolecta las hojas, se dejan fermentar y por eso el color que adquieren. Así con la degradación contribuyen a que exhalen mayor cantidad de aroma, cuando entran en contacto con el agua

Al organismo aporta ácido fólico y vitaminas B, B1, B2 y C, además de retardar el envejecimiento celular y ayuda a prevenir los problemas de visión. Pero el inconveniente que tiene es que mancha los dientes y se aconseja que después de su uso, se realice una limpieza.


Té azul: está en un término medio entre el té verde y el negro; pero el sabor es parecido más al verde ya que deja sabor de hierba en el paladar, aunque el color tira más al negro. Es bueno para el sistema inmunológico, reduce el colesterol, limpia la piel u combate la hipertensión arterial. 


Té blanco: se debe este tipo de té, a que los huertos son sembrados a la sombra de las montañas, por ese motivo no generan clorofila. Su principal virtud es que tiene mayor cantidad de antioxidantes, ayudando a combatir el envejecimiento de la piel, también ayuda a aumentar la concentración y favorecer la eliminación de grasas. Antiguamente este té estaba reservado para el emperador y sus visitas.


Té chai: esta bebida nace de la disputa de chinos e ingleses por la soberanía del té. Cansados del conflicto, los británicos decidieron inaugurar plantaciones en la India colonial, lugar donde nació el té chai. Su diferencia con la infusión tradicional radica en que contiene jenjibre, canela, clavo de olor y ginseng, otorgándole un sabor dulce y refrescante a la vez. Al té chai le son atribuidas virtudes anticancerígenas, la reducción de la flatulencia y la aminoración de los efectos del Mal de Alzhaimer.


Té Earl Grey: fue la variedad preferida del conde Grey, quien lo dio a conocer durante el siglo XIX gracias al regalo de un chino que, según cuenta la historia, su hijo fue rescatado de las aguas por los hombres del nombres del noble británico. De este modo Grey se hizo aficionado a la mezcla de té negro y aceite de bergamota. El Earl Grey posee la amargura del té negro con tintes cítricos y un aroma intensificado gracias a las cáscaras de bergamota. Junto a ello, es popular gracias a sus efectos contra la ansiedad, depresión y el combate a los resfríos.


Té kukicha: las ramas del té verde permanecen tres años en la planta para dar origen al tipo kukicha, cuyas hojas y tallos luego se tuestan al fuego para obtener una infusión suave con un ligero sabor a nuez. Su ventaja es que, al estar más tiempo en la planta, posee mayor cantidad de minerales, entre los que destaca el calcio. Además, tiene efectos revitalizantes y diuréticos y es un buen remedio para la conjuntivitis, ya que sirve para lavados oculares.


Té Lapsang Souchong: es una infusión más oscura que el resto de los tés debido a que se trata de las hojas de té negro ahumadas, lo que también intensifica su aroma. La idea de secarlo al humo se debe su procedencia de montañas altísimas a donde los rayos del sol llegan de modo tenue.

Té Lansang Souchong se recomienda para acompañar quesos o comidas saladas, además de ser un buen diurético y ayudar a la reducción del colesterol.


Té negro: es el más conocido  en Occidente y su nombre se debe a que cuando aún no vertida el agua hirviendo sobre las hojas, estas son de color negro. No obstante, los japoneses lo llaman rojo por su tonalidad una vez preparado. Aparte de las diferencias de visión sobre la coloración de la bebida, el té negro se gradúa en tres categorías: Ceilán, Assam, y Darjeeling, siendo considerada esta última como la de mejor calidad por los ingleses. Finalmente, el té negro es diurético, antioxidante y estimulante, casi como una taza de café.


Té pu-erh: hace siglos su consumo estaba limitado a la nobleza china porque para elaborarlo las hojas son guardadas entre dos a cincuenta años en vasijas de cobre, proceso que le otorga al pu-erh el color rojizo y un fuerte sabor que lleva a beberlo pausadamente, igual que un vino. El consumo de té pu-erh favorece la digestión de alimentos ricos en grasa, baja el colesterol, equilibra el metabolismo hepático y fortalece el sistema inmunológico.


Té rojo: las hojas secas poseen tonos rojizos debido a que es secado en tiestos de cobre y su valor en el mercado depende de cuánto tiempo haya sido procesado, factor que fluctúa entre dos y cincuenta años. La gran virtud del té rojo es su capacidad para aumentar el metabolismo, lo que apunta a perder peso rápidamente, junto con desintoxicar el cuerpo y levantar el ánimo. Sin embargo, no debe ser usado por embarazadas, niños y personas con tratamientos médicos prolongados debido a sus efectos sobre las reacciones químicas de las células.


Té rooibos: lo sacan del arbusto al que debe su nombre, por lo que en realidad no es té ya que este último proviene de la camelia sinensis, pero se comercia como tal debido a su parecido con las hojas del té. El rooibos es beneficioso para la salud porque posee menos cafeína, contribuyendo a la relajación del sistema nervioso, además de aliviar los cólicos de niños pequeños.


Té verde: su color se debe a que es recogido cuando aún contiene clorofila y luego es secado rápidamente. Además, se trata de la segunda variedad de té más popular en el mundo, cuya denominación en China depende de la región donde fue extraído, mientras que en Japón el grado alude a la forma en que fue recolectado. El té verde es vaso dilatador, lo que aumenta el estado de alerta cuando la mente ya no quiere más guerra. También esta variedad de té posee propiedades diuréticas y una alta concentración de flúor, lo que ayuda a conservar la salud dental.





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